Tareas

“Carta a un joven profesor”
Pilippe Meirieu





v Se ajusta el texto a lo que sabe del tema.
Si, porque hace referencia a los desafíos, retos y prejuicios que rodean la labor del docente y su desempeño diario. Así como, los grandes obstáculos que se le presentan en el día a día, los cuales rodean la vida no sólo de los docentes de preescolar y primaria, sino también los de secundaria y a nivel universitario.

Su argumento permite entender qué significa y con lleva el ser un docente, las dificultades, los esfuerzos y las gratificaciones que llegan a experimentar.




v Pensamientos más troncales del texto.
Uno de los principales aspectos del texto se evidencia en la siguiente cita: “así que hay que superar la representación tradicional que pone en oposición a la enseñanza primaria y la secundaria” (p.23).

El autor rescata que en nuestra sociedad tiende a hacerse una separación entre los profesores de primaria y secundaria, de modo que se le asigna un papel más importante al segundo con respecto al primero.

Esta diferenciación parte de que los profesores de secundaria poseen mayores conocimientos, por encargarse de impartir una sola disciplina; conocimiento que no poseen los de primaria, quienes brindan una formación más dirigida al desarrollo del ser en sus diversas dimensiones.

En ambos tipos de docentes no deberían establecerse tales diferencias, ya que los dos tienen un papel fundamental en la formación de los niños y adolescentes, donde cada uno debe saber cómo trabajar y  desenvolverse con la población que tiene a su cargo.

Al respecto, el autor rescata:
“(…) el trabajo de profesor de primaria nos lleva, inevitablemente, a pensar en una relación especial con la infancia, formada de paciencia y solicitud, mientras que el trabajo de profesor de secundaria nos recuerda una relación privilegiada con el saber erudito, formada de impaciencia y rectitud” (p. 22).

Por lo tanto, se tiende a estereotipar la relación entre el docente y el estudiante, de manera que el profesor de primaria posee más paciencia y es un poco más condescendiente con los estudiantes, mientras que el de secundaria conlleva a una mayor exigencia.

Por otro lado, el autor rescata la figura del docente al expresar que: “no basta con saber leer para poder enseñar lectura a los niños, de igual manera que no basta con saber practicar el salto de altura para ser profesor de educación física y deportes (…)” (p. 24).

El ser docente requiere de una formación en el área, la cual le permita conocer las características de la población con la que va a trabajar, así como diversas metodologías para adecuar los procesos de enseñanza y aprendizaje a los intereses, necesidades y la realidad que vivan sus estudiantes.

Ser educador no implica simplemente transmitir conocimientos, sino adecuarlos según la edad, el desarrollo de la persona, implica interaccionar, comprender y valorar las capacidades y habilidades que poseen los estudiantes.

Por consiguiente, la labor educativa se desglosa en una gran cantidad de tareas que los docentes deben llevar a cabo a parte de su accionar en el aula. Situación que convierte la enseñanza en un proceso agotador, sobrecargado de funciones, a las cuales inevitablemente se deben responder.

 Aspecto que el autor refleja en la siguiente frase:
“(…) actualmente la transmisión se organiza en grupos, se efectúa en espacios y horarios limitados, a partir de programas impuestos y con multitud de tareas enmarcadas de las que no podemos escabullirnos: verificación de ausencias, corrección de los trabajos (…)” (p. 36).

También, es necesario mencionar que el accionar del docente se ve influenciado por las directrices institucionales, las cuales condicionan su labor por medio del establecimiento de exigencias y requisitos normativos que en ocasiones no contribuyen a la  mejora de los procesos educativos.

Situación que retoma el autor al decir: “las tardes en que había consejo de evaluación, volvía descorazonado y dolido de ver los esfuerzos de todo un año destruidos por las decisiones de una mecánica institucional implacable” (p.43).

Otro aspecto sobre el accionar docente que el autor rescata, dice lo siguiente: “(…) no solamente los profesores de enseñanza superior son docentes investigadores: todo profesor de primaria y de secundaria puede ser –y debe ser- un investigador de su propia enseñanza” (p. 59).

Con esto nos quiere decir, que en los docentes de primaria y secundaria hace falta esa iniciativa por conocer qué sucede en el aula, por qué algunos estudiantes comprenden y otros no, y lo más importante esa reflexión sobre el quehacer diario, esa autoreflexión que permita identificar  los obstáculos, dificultades y errores para superarlos.

Finalmente, el autor rescata que algunos docentes proponen actividades para trabajar en clase que no responden a los intereses de los estudiantes, de manera que estos no encuentran la motivación necesaria para el adecuado aprendizaje. A la vez, que dichas actividades se basan en el trabajo individual dejando de lado la interacción entre los estudiantes, aspecto fundamental para enriquecer los procesos de enseñanza y aprendizaje.



v Contraste con la realidad nacional.
Algunos de los aspectos mencionados por el autor pueden ubicarse en la realidad que se vive, actualmente, en nuestro país en materia educativa.

Un ejemplo de ello, son la gran cantidad de labores que deben cumplir los docentes: planear y dar clases, revisar trabajos y exámenes, llevar el diario de clase al día, realizar diagnósticos, completar el registro anecdótico, llevar a cabo los procesos de adecuación curricular y su respectiva aplicación, calcular los promedios trimestrales, entre otros.

Por otra parte, es evidente la oposición que existe entre los docentes de preescolar, primaria y secundaria; donde los de preescolar critican la labor rígida de los profesores de primaria y, éstos últimos, a su vez critican la formación en secundaria; al igual que los de  secundaria cuestionan la formación que brindan los docentes de primaria y manifiestan que los estudiantes no poseen buenas bases educativas.

Oposiciones que también se observan, por ejemplo, en los docentes de secundaria donde los docentes de matemática consideran que son más importantes que los demás por la dificultad que conlleva la asignatura que enseñan, o bien, por esta cuestión de la asignatura se tiende a ver los profesores de música o educación física como vagos.

Por otra parte, se pueden apreciar las diferencias que existen en los formatos para realizar el planeamiento, las cuales responde a las exigencias y directrices institucionales. A pesar de que incluyen los mismos aspectos (objetivos, contenidos, estrategias…), en algunas instituciones se da un poco de libertad a los docentes con respecto a ello, y en otras son más estrictos.

Por último, la enseñanza en nuestro país responde a un carácter más tradicionalista (mecanicista) a pesar de los esfuerzos que se han realizado por cambiar la situación; sin embargo, existen algunas excepciones como por ejemplo: la Escuela Laboratorio Emma Gamboa.


v Crítica personal.
En general, el texto no me pareció llamativo por la manera en que el autor expresa la situación, de manera que no genera en mí una motivación para llegar a cambiar parte de la situación que se está viviendo; en sí, me transmite un sentimiento pesimista con respecto a la educación, es decir, que no existe otra opción que aceptar lo que me espera como futura docente, sin poder hacer nada por cambiarlo.

Tenía muchas expectativas antes de comenzar a leer el libro, sin embargo, estas disminuyeron y quedaron ciertos vacíos con respecto a lo bueno o positivo que pueda llegar a tener nuestra profesión.

Por otro lado, considero que el texto retoma y expone las principales debilidades en el ámbito educativo, las cuales, nos hacen reflexionar un poco sobre lo que está sucediendo en el área, así como, las posibles consecuencias o el impacto que pueda llegar a tener en la formación de los estudiantes.

A su vez, permite a los jóvenes docentes conocer los grandes retos, desafíos y obstáculos que se le van a presentar a lo largo del ejercicio de su profesión.
Lo positivo que tiene el libro es que muestra la realidad, de modo que el autor justifica sus palabras a partir de su experiencia y la de otros docentes en ejercicio. De manera que, no vacila o fantasea con los argumentos expuestos.



v Conclusiones.

·         Es necesario romper con esa concepción prevaleciente en la educación de que algunos docentes son más importantes o poseen más conocimientos que otros.
·         Los docentes deben comenzar a ser docentes investigadores y reflexionar sobre la labor que desempeñan, a fin de mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje.
·         Se debe reducir un poco las tareas administrativas que debe cumplir el docente, principalmente, aquellas que no sean tan necesarias.
·         Se debe promover el trabajo organizado y conjunto, entre los diversos entes que componen un sistema educativo (desde el docente hasta el ministro).
·         El docente debe mejorar sus propuestas para realizar los procesos de enseñanza y aprendizaje de la manera más oportuna, de modo que respondan a los intereses, necesidades y al contexto de los estudiantes.
·         En el área educativa es necesario fortalecer el compromiso, la responsabilidad y el empeño de los diversos entes que lo conforman.







Comentario general sobre los textos de competencias

La enseñanza basada en enfoques tradicionales tiene su fundamento en la rigidez y la mera transmisión de conocimientos, dejando de lado el desarrollo de diversas habilidades para la vida. Por lo tanto, se potencian  habilidades, destrezas y capacidades para una tarea específica, de manera que se atiende solo a la dimensión cognitiva del ser humano.
A diferencia de la enseña anterior, existe aquella basada en enfoques alternativos que permiten tomar como eje de acción las competencias del ser humano, las cuales constituyen un instrumento de acción para resolver diversos problemas que se presentan en la vida cotidiana.
Es preciso aclarar que el ser humano no nace con las competencias, sino que las desarrolla a través de las experiencias que se le presentan a lo largo de la vida. Por ello, el enfoque por competencias pretende brindar espacios de enseñanza y aprendizaje contextualizados, que permitan el desarrollo del ser humano no solo a nivel cognitivo, también, en la dimensión afectiva y actuacional; lo cual, nos indica que una competencia conlleva conocimientos, valores y actitudes; así como, la demostración de la misma (es observable).
Por tanto, atiende al desarrollo integral del ser humano, el cual parte de sus intereses y la realidad en la que se encuentra inmerso. Utilizando, para ello, una evaluación centrada en el proceso de aprendizaje y no solo en el producto, el cual recoge las evidencias del desempeño de la persona con respecto a una determinada competencia.

Si la enseñanza partiera, realmente, de este enfoque se les brindaría a los estudiantes la oportunidad de desarrollar el autoconocimiento, aumentar su autoconcepto, adquirir habilidades para interaccionar con otros, tomar decisiones, entre otras.
Finalmente, el logro de los procesos de enseñanza y aprendizaje basados en el desarrollo de competencias es un desafío por cumplir, debido al fuerte posicionamiento de los enfoques tradicionales de enseñanza.



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